martes, 19 de mayo de 2015

DIDASCALIAS, ACOTACIONES Y DIÁLOGOS

El concepto de didascalia (del griego “enseñanza”) se aplica al lenguaje teatral y se refiere a las instrucciones dadas por el autor para la representación de la obra, con descripciones de espacios y elementos. Es un concepto más amplio que el de acotaciones pues, aunque las incluye, también se refiere a otros elementos del texto teatral.
Las didascalias incluyen las acotaciones, el listado de dramatis personae (personajes dramáticos) que encabeza la obra, las distintas divisiones de la obra teatral (“actos”, “escenas”...) y el nombre de los personajes delante de cada intervención.

Acotación en teatro

En el teatro, la acotación se refiere a las notas o comentarios de naturaleza descriptiva que el autor incluye en la obra teatral para explicar detalles relativos a los movimientos y acciones de los personajes en escena, así como todo lo relacionado con la puesta escénica. En este sentido, las acotaciones no forman parte del texto pronunciado por los actores, y su función es más bien indicar a los actores y al director ciertos aspectos de la representación teatral, como gestualidad, tono de voz, expresiones, etc. Las acotaciones, en general, aparecen en todos los textos de carácter dramático, sean para teatro, televisión, cine u ópera. Un ejemplo de acotación ocurre en este diálogo de Los dos hidalgos de Verona, extraído de la literatura de William Shakespeare. Nótese la acotación en el paréntesis:
«Relámpago: Señor: vuestro guante (entregándole un guante).
»Valentín: No es mío. Tengo puestos los dos».

Diálogo:
El diálogo teatral es también acción hablada. La incidencia del diálogo en una obra teatral es total: sin diálogo no hay teatro, mientras que en la narrativa se puede eludir.